lunes, 16 de abril de 2012

El MAGRAMA presenta una guía técnica para facilitar y simplificar la elaboración de planes de emergencia de balsas

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) presentó hoy la Guía Técnica para la Elaboración de Planes de Emergencia de Balsas, con el objetivo de facilitar y simplificar esta labor a los titulares de las balsas a la hora de preparar sus planes de emergencia, consiguiendo así una mejora sustancial en su efectividad y operatividad.
La presentación de esta guía fue clausurada por los directores generales del Agua, Juan Urbano, de Desarrollo Rural y Política Forestal, Begoña Nieto, y de Protección Civil y Emergencias, Juan Antonio Díaz, cuyas áreas han impulsado la elaboración de un texto que ha contado con la colaboración de los interesados en la materia. Las jornadas contaron también con la presencia de diversos expertos (del MAGRAMA, del Ministerio del Interior, de Protección Civil, de confederaciones hidrográficas, etc.) que abordaron la operatividad de los planes de emergencia y la idoneidad de esta guía técnica.
Los representantes del MAGRAMA destacaron en su clausura que esta guía se enmarca en la promoción de “una política de aguas seria, eficiente y sostenible” como la que lleva a cabo el nuevo Gobierno central, con el objetivo final de garantizar el suministro de agua en cantidad y calidad para todos los usos (económicos, sociales y medioambientales) y para todas las regiones.
La guía contiene un conjunto de recomendaciones para elaborar los planes de emergencia de las balsas, adecuándose a sus características y singularidades. Estas balsas juegan un papel fundamental en situaciones de sequía, permitiendo a los regantes, principales usuarios de estas infraestructuras, planificar su actividad, contribuyendo así a consolidar un sector tan estratégico en España como el agroalimentario.
Para garantizar el correcto funcionamiento de estas infraestructuras es necesario un adecuado mantenimiento y el establecimiento de un plan de emergencia que evite improvisaciones en caso de cualquier problema o catástrofe, dotando de una mayor seguridad a los ciudadanos y al medio natural.

miércoles, 18 de enero de 2012

La presa de embalse más segura de Gran Canaria


En la obra Geografía General de las Islas Canarias (1954), el geólogo Telésforo Bravo recogió lo siguiente sobre la cuenca vertiente de la Caldera de los Marteles: 


CUENCA DE LA CALDERA DE LOS MARTELES:

Merece especial mención esta pequeña cuenca hidrográfica, de apenas tres Kms2 de superficie colectora. Es la única cuenca cerrada que posee Gran Canaria. En su origen, el Barranco Madre del Agua debió ser un tributario del Guayadeque, pero una violenta explosión volcánica, dio lugar a una espaciosa caldera, la llamada de Los Marteles que con sus paredes interrumpió el curso de su antiguo tributario.

Hoy, el Barranco Madre del Agua vierte en el fondo de aquel cráter, al que va rellenando lentamente, aportándole materiales detríticos que le han transformado en una excelente tierra de cultivo. El Madre del Agua nace en la zona más elevada de la isla, tiene una red de pequeños tributarios y recoge las aguas de la Mesa del Cuervo. Su nivel de base está en el fondo de la caldera a 1,425 metros. Los bordes sur de la Caldera están a 1,500. Esta elevada cuenca limita con las del Guiniguada. La Aldea, Tirajana, Guayadeque y Telde. El ataque de todas estas cuencas va reduciendo poco a poco su superficie.



Aguas arriba de la caldera se localiza la gran presa de embalse de CUEVAS BLANCAS. Una obra singular construida en una cerrada singular desde un punto de vista geológico. La arenisca apareció con la excavación de los cimientos. Unos cimientos que hacen que el muro tenga unos 30 metros de altura, 16 de ellos sobre cauce.

A pesar de su perfil estricto, la Presa de Cuevas Blancas es la obra más segura que existe, porque esta construcción notable se encuentra en la única cuenca cerrada que posee Gran Canaria. 

Por lo demás, opino que la Presa de Cuevas Blancas debe ser Bien de Interés Cultural.  




lunes, 7 de noviembre de 2011

Presa de Siberio


La seguridad de presas es función de historia y datosReproducimos a continuación una breve nota encontrada sobre la Presa de Siberio que fue escrita en 1979: 


Siberio

Presa de Siberio

Esta presa, con una capacidad de embalse de 4,5 Hm3. está ubicada en el Barranco del mismo nombre, en la cola de Caidero de la Niña y constituye (con Caidero de la Niña y el Parralillo) la tercera presa de regulación del Barranco de la Aldea, con destino al riego de esta importante zona agrícola del Oeste de Gran Canaria.



La construcción de esta obra se inició en 1972 y finalizó en 1978.

Debido a las grandes lluvias torrenciales registradas en Enero del presente año, con avenidas superiores a los 100 m3/s., este embalse se llenó totalmente en menos de 2 días, llegando incluso a rebosar durante varios días.

Con esta rapidísima puesta en carga de la presa, se originaron diversos desperfectos en el plinto de hormigón que sirve de apoyo a la pantalla asfáltica. El despegue de este plinto respecto a la ladera se tradujo en importantes filtraciones, sin que en ningún momento peligrara la seguridad de la obra, ni siquiera daño alguno la pantalla asfáltica impermeable.

Después de estudios exhaustivos llevados a cabo por diversos especialistas, la Dirección General de Obras Hidráulicas ha llegado a la conclusión de que es necesaria la consolidación de las laderas y el refuerzo del plinto perimetral, con cuyo fin se ha redactado el correspondiente Proyecto.


Caidero de la Niña



presasengrancanaria@presasengrancanaria.com


martes, 25 de octubre de 2011

Cuando estamos hablando de embalses el riesgo cero no existe

Experto en análisis de riesgo y seguridad de presas. Ignacio Escuder asegura que es necesario que la sociedad conozca las ventajas que aportan las grandes infraestructuras como los embalses para que acepte también los riesgos inherentes a las mismas. Aprueba la situación de los embalses valencianos aunque advierte que el riesgo cero no existe.


JOSE SIERRA VALENCIA Los valencianos recuerdan la trágica «pantanada» de Tous del 20 de octubre de 1982, con 25 víctimas mortales y en Zamora todavía lloran a los 144 muertos por la rotura de la presa de Ribadelago. En Italia, un deslizamiento en la presa de Vaiont dejó en 1963 más de 2.000 muertos... También en Estados Unidos, donde en 1998 acumulaban 8 colapsos de presas con más 3.300 muertos. Convocados por Ignacio Escuder, del Instituto de Tecnología del Agua y el Medio Ambiente, unos 200 expertos internacionales han participado en Valencia en la II Semana Internacional de Análisis de Riesgos, Seguridad de Presas y Gestión de Infraestructuras Críticas.


Cuatro días de debate y decenas de experiencias sobre la mesa. ¿Alguna conclusión?


Existe un cambio de paradigma: el reconocimiento de que el riesgo cero no existe en las presas. En general, todas las infraestructuras que tenemos nos proveen de muchísimos beneficios. Los embalses, por ejemplo, nos proveen de agua para abastecimiento; sirven de protección frente a las avenidas; regulan el agua de la agricultura, etc., pero a cambio, y con muy baja probabilidad, nos imponen unos riesgos que no tendríamos de forma natural.

A qué obliga ese cambio de paradigma?


Primero que nadie ya puede hacer las cosas solo. Hasta ahora los gestores de estas grandes infraestructuras, las industrias, trabajaban casi siempre bien, haciendo que la probabilidad de fallo fuera muy baja, pero no se comunicaban con los demás. Claro que no veían que cualquier fallo en esta infraestructura no solo les afecta a ellos ni está condicionado únicamente por su trabajo. En las presas se ve claramente: las consecuencias de su fallo están condicionadas por el urbanismo aguas abajo y la gravedad o no de lo que ocurra también tiene mucho que ver con las medidas de emergencia previstas. Eso requiere de mucha colaboración, de transparencia y de justificación en las inversiones. El que haya colaboración entre los propios gestores, de las infraestructuras, sean públicos o privados, la Administración y la propia población es fundamental para minimizar riesgos.


Resumiendo...que evitar el riesgo no es cosa solo de ingenieros...


Es esencial que la población participe porque aparte de las medidas estructurales que ya tenemos, hay medidas que forman parte de los planes de emergencia como, por ejemplo, saber cómo tenemos que movernos durante una emergencia, qué hacer, a dónde ir, etc., que pueden reducir muchos riesgos de manera muy eficiente. No todo se resuelve con otra presa más, un encauzamiento más. Lo que hay que hacer es con las infraestructuras que tenemos gestionarlas y llevarlas hacia una situación en la que representen el menor riesgo posible.

En los últimos años se ha invertido en seguridad de presas, pero ya no hay dinero para nada...

En esta situación, incluso en la anterior, con más disponibilidad de recursos, todo lo que invirtamos tiene que ser defendible en términos de riesgo. Hay que explicar en qué invertimos, por qué y cuál es el riesgo que reducimos a cambio de esa inversión. Y debemos tener procedimientos transparentes y defendibles de explicar para qué y en qué gastamos el dinero.

¿Sinceramente cree que algún gobernante priorizará obras que generalmente no se ven y carecen de cinta inaugural?


Si somos capaces de hacer visible el impacto que tienen en la reducción de riesgos, a lo mejor la ciudadanía prioriza esas inversiones o empuja para que lo hagan los tomadores de decisiones, que son representantes de esa ciudadanía, pero para eso todos debemos ganar credibilidad: la ciencia proveyendo de herramientas robustas; los tomadores de decisiones justificando sus acciones y la ciudadanía, entendiendo y colaborando en lo que ellos pueden hacer: por ejemplo asimilando una cultura de autoprotección.


La legislación española está cambiando para dar respuesta a los riesgos que representan estas infraestructuras críticas, tanto los de origen natural como los antrópicos, incluido el terrorismo.


¿Es suficiente?


El mundo ha cambiado y ya no existe aquello de limitarse a «lo que diga la legislación». En las sociedades modernas las cosas no solo se hacen porque sea o no legal, sino porque es razonable hacerlas. En ese sentido cualquier legislación tiene que ser superada por la praxis. Cumplir la ley es donde empieza el juego, aunque la ley sea muy buena, pero a partir de ahí queda mucho camino por recorrer.


Volviendo a los embalses, usted ha analizado el riesgo de muchas presas. ¿Cuál es la situación en la cuenca del Júcar?


En general, en las grandes presas de titularidad del Estado la situación es buena y comparable en el resto de países. Lo que ocurre es que el riesgo evoluciona con el tiempo. La realidad es dinámica y los perfiles de riesgo cambian. Hay nuevas urbanizaciones cerca de cauces; se asumen nuevos riesgos... Nuestro trabajo es proveer de herramientas a los tomadores de decisiones.

¿Hacen falta más presas?


Es imposible decir que sí que no de forma tajante. Puede que sea razonable construir alguna presa más, pero en grandes líneas lo que hace falta es conservación y gestión del riesgo con medidas no estructurales, lo cual no impide que algunas presas puedan seguir justificándose. Hay que hacer hincapié en estas vías porque, afortunadamente, la mayoría de las presas ya están hechas y lo mas eficiente es apostar por medidas no estructurales.

viernes, 23 de septiembre de 2011

ESPAÑA ES DIFERENTE

He leido con detalle la anterior entrada y no puedo por menos que manifestar que la falta de seguridad de las presas no es un mal endémico de Canarias. Lo es también a nivel nacional.


Como los beneficios relacionados con la seguridad de las presas son intangibles y sólo se ponen de manifiesto cuando hay un problema serio o muy serio, mientras no pase nada, para qué se va a "enterrar dinero" en unas estructuras que soportan el paso de los años con digno estoicismo y sin queja alguna.


En Canarias hace no mucho tiempo (¿Abril - Mayo?) de este año, y en concreto en la isla de la Palma, se produjo el importante incidente de la Laguna de Barlovento, que estuvo en la prensa un par de semanas. Los politicos de los distintos bandos se estuvieron echando las culpas los unos a los otros, ha pasado el tiempo y no han aprendido nada. Si hubiera habido pérdida de vidas humanas la cosa hubiera sido muy diferente.


A lo mejor hay que preguntarse cuantos muertos son necesarios para que los politicos/administraciones que manejan tomen conciencia de la necesidad de desarrollar verdaderos programas preventivos de seguridad de presas y para cumplir, sencillamente, lo que dice la legislación vigente.

jueves, 22 de septiembre de 2011

¡ CANARIAS ES DIFERENTE!




Al leer la presentación del blog Seguridad en Presas, el lector asume que las grandes presas de embalse de las Islas Canarias se encuentran incluidas en el mismo paquete que los grandes pantanos de la Península. Un error. Allí hay ríos, aquí barrancos. Aquí sólo se gestiona el oro líquido, del estado de la presa se ocupa el Espíritu Santo.

Hablar de grandes presas en Canarias es hablar de las islas de Gran Canaria y La Gomera.

Aprovecho este nuevo canal de comunicación del CNEGP para colgar en esta entrada la postura que hay en la isla de Gran Canaria respecto a la seguridad en presas. Una postura que no comparto. 

El Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria es una entidad que asume la dirección, la ordenación, la planificación y la gestión de las aguas de Gran Canaria. Y la gestión de las grandes presas del Cabildo Insular de Gran Canaria. En su web (www.aguasgrancanaria.com) aparece colgado desde hace más de un año el siguiente texto:





















No estoy de acuerdo con el final. Los dos últimos párrafos dicen mucho de la postura que hay en la isla de Gran Canaria en materia de seguridad en presas. Mirar para otro lado y decirle a la población en silencio que es mejor no estudiarlas, no hacer planes de emergencia, etc., no es lo correcto. 

Se pueden hacer muchas cosas, como p.e., actuar según su ubicación respecto a los bienes, el medio ambiente y la población que hay aguas abajo. Se pueden actualizar los estudios de hace 20 o 15 años, hacer nuevos estudios, etc. Pero presa a presa. Una a una. Hacer presupuestos cada 15 años no sirve para nada.

Creo que podemos empezar por las grandes presas de Chira y Soria (Barranco de Arguineguín). El Cabildo Insular de Gran Canaria es el titular, por lo que debe sentirse preocupada por la población, los bienes y el medio ambiente que hay aguas abajo, hasta llegar al mar. Y por los turistas. Y por la Historia. O esperar a que no pase nada.

Jaime González