lunes, 7 de noviembre de 2011

Presa de Siberio


La seguridad de presas es función de historia y datosReproducimos a continuación una breve nota encontrada sobre la Presa de Siberio que fue escrita en 1979: 


Siberio

Presa de Siberio

Esta presa, con una capacidad de embalse de 4,5 Hm3. está ubicada en el Barranco del mismo nombre, en la cola de Caidero de la Niña y constituye (con Caidero de la Niña y el Parralillo) la tercera presa de regulación del Barranco de la Aldea, con destino al riego de esta importante zona agrícola del Oeste de Gran Canaria.



La construcción de esta obra se inició en 1972 y finalizó en 1978.

Debido a las grandes lluvias torrenciales registradas en Enero del presente año, con avenidas superiores a los 100 m3/s., este embalse se llenó totalmente en menos de 2 días, llegando incluso a rebosar durante varios días.

Con esta rapidísima puesta en carga de la presa, se originaron diversos desperfectos en el plinto de hormigón que sirve de apoyo a la pantalla asfáltica. El despegue de este plinto respecto a la ladera se tradujo en importantes filtraciones, sin que en ningún momento peligrara la seguridad de la obra, ni siquiera daño alguno la pantalla asfáltica impermeable.

Después de estudios exhaustivos llevados a cabo por diversos especialistas, la Dirección General de Obras Hidráulicas ha llegado a la conclusión de que es necesaria la consolidación de las laderas y el refuerzo del plinto perimetral, con cuyo fin se ha redactado el correspondiente Proyecto.


Caidero de la Niña



presasengrancanaria@presasengrancanaria.com


martes, 25 de octubre de 2011

Cuando estamos hablando de embalses el riesgo cero no existe

Experto en análisis de riesgo y seguridad de presas. Ignacio Escuder asegura que es necesario que la sociedad conozca las ventajas que aportan las grandes infraestructuras como los embalses para que acepte también los riesgos inherentes a las mismas. Aprueba la situación de los embalses valencianos aunque advierte que el riesgo cero no existe.


JOSE SIERRA VALENCIA Los valencianos recuerdan la trágica «pantanada» de Tous del 20 de octubre de 1982, con 25 víctimas mortales y en Zamora todavía lloran a los 144 muertos por la rotura de la presa de Ribadelago. En Italia, un deslizamiento en la presa de Vaiont dejó en 1963 más de 2.000 muertos... También en Estados Unidos, donde en 1998 acumulaban 8 colapsos de presas con más 3.300 muertos. Convocados por Ignacio Escuder, del Instituto de Tecnología del Agua y el Medio Ambiente, unos 200 expertos internacionales han participado en Valencia en la II Semana Internacional de Análisis de Riesgos, Seguridad de Presas y Gestión de Infraestructuras Críticas.


Cuatro días de debate y decenas de experiencias sobre la mesa. ¿Alguna conclusión?


Existe un cambio de paradigma: el reconocimiento de que el riesgo cero no existe en las presas. En general, todas las infraestructuras que tenemos nos proveen de muchísimos beneficios. Los embalses, por ejemplo, nos proveen de agua para abastecimiento; sirven de protección frente a las avenidas; regulan el agua de la agricultura, etc., pero a cambio, y con muy baja probabilidad, nos imponen unos riesgos que no tendríamos de forma natural.

A qué obliga ese cambio de paradigma?


Primero que nadie ya puede hacer las cosas solo. Hasta ahora los gestores de estas grandes infraestructuras, las industrias, trabajaban casi siempre bien, haciendo que la probabilidad de fallo fuera muy baja, pero no se comunicaban con los demás. Claro que no veían que cualquier fallo en esta infraestructura no solo les afecta a ellos ni está condicionado únicamente por su trabajo. En las presas se ve claramente: las consecuencias de su fallo están condicionadas por el urbanismo aguas abajo y la gravedad o no de lo que ocurra también tiene mucho que ver con las medidas de emergencia previstas. Eso requiere de mucha colaboración, de transparencia y de justificación en las inversiones. El que haya colaboración entre los propios gestores, de las infraestructuras, sean públicos o privados, la Administración y la propia población es fundamental para minimizar riesgos.


Resumiendo...que evitar el riesgo no es cosa solo de ingenieros...


Es esencial que la población participe porque aparte de las medidas estructurales que ya tenemos, hay medidas que forman parte de los planes de emergencia como, por ejemplo, saber cómo tenemos que movernos durante una emergencia, qué hacer, a dónde ir, etc., que pueden reducir muchos riesgos de manera muy eficiente. No todo se resuelve con otra presa más, un encauzamiento más. Lo que hay que hacer es con las infraestructuras que tenemos gestionarlas y llevarlas hacia una situación en la que representen el menor riesgo posible.

En los últimos años se ha invertido en seguridad de presas, pero ya no hay dinero para nada...

En esta situación, incluso en la anterior, con más disponibilidad de recursos, todo lo que invirtamos tiene que ser defendible en términos de riesgo. Hay que explicar en qué invertimos, por qué y cuál es el riesgo que reducimos a cambio de esa inversión. Y debemos tener procedimientos transparentes y defendibles de explicar para qué y en qué gastamos el dinero.

¿Sinceramente cree que algún gobernante priorizará obras que generalmente no se ven y carecen de cinta inaugural?


Si somos capaces de hacer visible el impacto que tienen en la reducción de riesgos, a lo mejor la ciudadanía prioriza esas inversiones o empuja para que lo hagan los tomadores de decisiones, que son representantes de esa ciudadanía, pero para eso todos debemos ganar credibilidad: la ciencia proveyendo de herramientas robustas; los tomadores de decisiones justificando sus acciones y la ciudadanía, entendiendo y colaborando en lo que ellos pueden hacer: por ejemplo asimilando una cultura de autoprotección.


La legislación española está cambiando para dar respuesta a los riesgos que representan estas infraestructuras críticas, tanto los de origen natural como los antrópicos, incluido el terrorismo.


¿Es suficiente?


El mundo ha cambiado y ya no existe aquello de limitarse a «lo que diga la legislación». En las sociedades modernas las cosas no solo se hacen porque sea o no legal, sino porque es razonable hacerlas. En ese sentido cualquier legislación tiene que ser superada por la praxis. Cumplir la ley es donde empieza el juego, aunque la ley sea muy buena, pero a partir de ahí queda mucho camino por recorrer.


Volviendo a los embalses, usted ha analizado el riesgo de muchas presas. ¿Cuál es la situación en la cuenca del Júcar?


En general, en las grandes presas de titularidad del Estado la situación es buena y comparable en el resto de países. Lo que ocurre es que el riesgo evoluciona con el tiempo. La realidad es dinámica y los perfiles de riesgo cambian. Hay nuevas urbanizaciones cerca de cauces; se asumen nuevos riesgos... Nuestro trabajo es proveer de herramientas a los tomadores de decisiones.

¿Hacen falta más presas?


Es imposible decir que sí que no de forma tajante. Puede que sea razonable construir alguna presa más, pero en grandes líneas lo que hace falta es conservación y gestión del riesgo con medidas no estructurales, lo cual no impide que algunas presas puedan seguir justificándose. Hay que hacer hincapié en estas vías porque, afortunadamente, la mayoría de las presas ya están hechas y lo mas eficiente es apostar por medidas no estructurales.

viernes, 23 de septiembre de 2011

ESPAÑA ES DIFERENTE

He leido con detalle la anterior entrada y no puedo por menos que manifestar que la falta de seguridad de las presas no es un mal endémico de Canarias. Lo es también a nivel nacional.


Como los beneficios relacionados con la seguridad de las presas son intangibles y sólo se ponen de manifiesto cuando hay un problema serio o muy serio, mientras no pase nada, para qué se va a "enterrar dinero" en unas estructuras que soportan el paso de los años con digno estoicismo y sin queja alguna.


En Canarias hace no mucho tiempo (¿Abril - Mayo?) de este año, y en concreto en la isla de la Palma, se produjo el importante incidente de la Laguna de Barlovento, que estuvo en la prensa un par de semanas. Los politicos de los distintos bandos se estuvieron echando las culpas los unos a los otros, ha pasado el tiempo y no han aprendido nada. Si hubiera habido pérdida de vidas humanas la cosa hubiera sido muy diferente.


A lo mejor hay que preguntarse cuantos muertos son necesarios para que los politicos/administraciones que manejan tomen conciencia de la necesidad de desarrollar verdaderos programas preventivos de seguridad de presas y para cumplir, sencillamente, lo que dice la legislación vigente.

jueves, 22 de septiembre de 2011

¡ CANARIAS ES DIFERENTE!




Al leer la presentación del blog Seguridad en Presas, el lector asume que las grandes presas de embalse de las Islas Canarias se encuentran incluidas en el mismo paquete que los grandes pantanos de la Península. Un error. Allí hay ríos, aquí barrancos. Aquí sólo se gestiona el oro líquido, del estado de la presa se ocupa el Espíritu Santo.

Hablar de grandes presas en Canarias es hablar de las islas de Gran Canaria y La Gomera.

Aprovecho este nuevo canal de comunicación del CNEGP para colgar en esta entrada la postura que hay en la isla de Gran Canaria respecto a la seguridad en presas. Una postura que no comparto. 

El Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria es una entidad que asume la dirección, la ordenación, la planificación y la gestión de las aguas de Gran Canaria. Y la gestión de las grandes presas del Cabildo Insular de Gran Canaria. En su web (www.aguasgrancanaria.com) aparece colgado desde hace más de un año el siguiente texto:





















No estoy de acuerdo con el final. Los dos últimos párrafos dicen mucho de la postura que hay en la isla de Gran Canaria en materia de seguridad en presas. Mirar para otro lado y decirle a la población en silencio que es mejor no estudiarlas, no hacer planes de emergencia, etc., no es lo correcto. 

Se pueden hacer muchas cosas, como p.e., actuar según su ubicación respecto a los bienes, el medio ambiente y la población que hay aguas abajo. Se pueden actualizar los estudios de hace 20 o 15 años, hacer nuevos estudios, etc. Pero presa a presa. Una a una. Hacer presupuestos cada 15 años no sirve para nada.

Creo que podemos empezar por las grandes presas de Chira y Soria (Barranco de Arguineguín). El Cabildo Insular de Gran Canaria es el titular, por lo que debe sentirse preocupada por la población, los bienes y el medio ambiente que hay aguas abajo, hasta llegar al mar. Y por los turistas. Y por la Historia. O esperar a que no pase nada.

Jaime González

martes, 13 de septiembre de 2011

Presentación del Blog

La seguridad de las presas ha constituido siempre una de las principales preocupaciones de los ingenieros responsables de su construcción y explotación.

La propia Comisión Internacional de Grandes Presas (ICOLD), consciente de la importancia del tema, dispone de dos Comités Técnicos ligados con la seguridad de las presas, y lo ha tratado de forma específica, y desde diferentes ópticas, en los Congresos Internacionales de Grandes Presas, en más de 10 ocasiones.

En España esa seguridad puede considerarse muy elevada, habiéndose situado en los últimos años al nivel o por encima de la alcanzada en los países más desarrollados de nuestro entorno.

En efecto, la mejora de las condiciones de seguridad de las presas ha constituido siempre un objetivo básico de la Dirección General del Agua, adscrita al Ministerio de Medio Ambiente. El nuevo marco normativo aprobado en el año 2008 por dicho Ministerio, y que aún se encuentra en proceso de puesta en práctica, ha supuesto la continuación de un proceso de modernización y cambio que se inició en el año 1.994 con la aprobación de La Directriz Básica de Planificación de Protección Civil frente al Riesgo de Inundaciones y en 1.996 con la del Reglamento Técnico sobre Seguridad de Presas y Embalses.

Desde la aprobación del Reglamento en el año 1996 las presas de titularidad estatal han llevado a cabo la casi totalidad de las actividades preceptuadas por aquél, y gracias al ambicioso programa del Ministerio de Medio Ambiente de conservación y mantenimiento de las presas de titularidad estatal, cabe señalar que su estado general ha mejorado notablemente y ha permitido determinar con una razonable precisión el buen comportamiento de las presas y de sus instalaciones, permitiendo adelantarse a la presentación de anomalías y eventos que pudieran tener consecuencias sobre el normal funcionamiento de las presas y aguas debajo de las mismas.

Ha sido algo menor el esfuerzo realizado para poner en esas mismas presas los Sistemas de Alarma, de aviso a la Población, en el caso de rotura o funcionamiento incorrecto, tal y como establece la Directriz, asignatura pendiente y que requerirá en los próximos años de un importante impulso.

Los grandes concesionarios que disponen de presas para llevar a cabo su actividad económica han mejorado también presas e instalaciones, y la seguridad pública alrededor de ellas para minimizar las consecuencias aguas abajo en el caso de presentación de problemas. Han invertido en los últimos años importantes recursos económicos para cumplir las condiciones que a ellos les imponía la Directriz y algunas del Reglamento Técnico.

Siguiendo la línea marcada por España, otros muchos países han modernizado igualmente en los últimos años su legislación y normativa de seguridad de presas, para adaptar este importantísimo sector a los retos que para la sociedad supondrá el siglo XXI.

Pero queda aún mucho por hacer. En un entorno económico adverso, como es el actual, los medios técnicos y los recursos económicos adscritos a la conservación, mantenimiento y mejora de la seguridad de presas e instalaciones se resienten notablemente. En la situación actual, y en la previsible en los próximos 3 ó 4 años, con unos recursos económicos muy limitados, la priorización de inversiones en materia de seguridad se convierte así en un objetivo básico que requiere disponer, para su correcta aplicación, unas herramientas poderosas y eficaces que permitan dirigir aquellas donde verdaderamente se necesiten. El Análisis de Riesgos, en sus diferentes fases o etapas, cumple ese objetivo y se ha utilizado con éxito en Estados Unidos, Canadá o Australia, por ejemplo, sin disminuir en ningún momento los estándares de seguridad exigidos o preceptuados por la legislación o normativa de seguridad de presas vigente (el marco de la seguridad tradicional). España no puede permanecer ajena a esa tendencia y al ser el primer país de Europa por número de presas y el quinto del mundo, debería liderar el proceso de modernización, de objetivización y de transparencia del proceso de toma de decisiones en materia de inversión de seguridad en presas.

El Comité Español de Grandes Presas también es consciente de que la actual sociedad española, cada vez más participativa en todo aquello que pueda afectarla, exige cada vez con más intensidad a los titulares de las presas estándares de seguridad más elevados y que la gestión de la seguridad sea efectuada por técnicos muy cualificados y con formación específica y adecuada para hacer frente a una explotación segura de las presas. Consciente de esa necesidad, el Comité, junto con el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, organiza el Master Internacional en Explotación y Seguridad de Presas y Balsas (cuya segunda edición comienza el próximo 29 de setiembre) con el que se pretende suministrar a los futuros encargados de la gestión de la seguridad y de la explotación de las presas, la mejor formación y los conocimientos necesarios más actuales para efectuar correctamente ambas actividades.


Y no podemos olvidar que como otro elemento más de la seguridad de las presas, su protección frente a actos vándalicos o acciones antrópicas, es otro aspecto de creciente importancia a no olvidar y que en el caso de España motivó la aprobación de una Ley (8/2011, de 28 de Abril, BOE núm 102) por la que se establecen un conjunto de medidas para la protección de Infraestructuras Críticas. En este sentido, la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, ha previsto la elaboración de un Catálogo Nacional de Infraestructuras Estratégicas -en el que sin duda, figurarán muchas de las presa españolas, aquellas que en caso de rotura pueden afectar a Portugal, por ejemplo- siguiendo el modelo de la Directiva 2008/114 sobre Identificación y designación de Infraestructuras Críticas Europeas.


Por el gran interés que tiene el tema de la seguridad de las presas en la actualidad, la creación de este blog por parte del Comité Nacional Español de Grandes Presas se configura así como un medio a través del cual recoger ideas, transferir información de interés relativa a la seguridad, prestar atención a nuevos temas y servir de plataforma a aquellos interesados en todos estos temas u otros, para continuar impulsando y avanzando en la mejora continua del estado de nuestras presas.